La Dirección Técnica realizó un importante encuentro en el que se abordaron los avances del primer semestre y se definieron los principales desafíos para lo que resta del año. Durante la jornada, se destacó el fortalecimiento del equipo, la implementación de nuevas estrategias de formación técnica y la incorporación de tres nuevos profesionales, quienes contribuirán a consolidar el trabajo en áreas fundamentales como la protección de derechos y justicia juvenil.

José Rebolledo, director técnico de Tierra de Esperanza, señaló que  “el cuidado del equipo es algo que se trabaja permanentemente. Este tipo de encuentro, donde podemos estar todos de manera presencial, nos deja muy contentos. El trabajo de conformación y desarrollo del equipo tiene que ser consciente y planificado”, expresó Rebolledo.

Durante la jornada, se realizó una evaluación de los objetivos planteados para el primer semestre, destacando importantes avances como el proceso de supervisión normativa. Este análisis permitió definir objetivos para el segundo semestre, los cuales están marcados por los procesos de licitación en el marco de llevar la misión institucional a los niños, niñas y adolescentes a través de sus programas.

Asimismo, se visualizó la necesidad de crear un equipo especializado en formación técnica que permita capacitar tanto a los equipos internos como a actores externos. Esta iniciativa busca fortalecer las competencias técnicas y generar un intercambio de conocimientos que potencie el trabajo institucional.

José Rebolledo expresó que “la jornada también se destacó por la complementariedad entre las diferentes direcciones y líneas de trabajo, lo cual fue valorado como un aspecto positivo que fortalece la coordinación y el trabajo conjunto en toda la organización”.

Incorporación de nuevos profesionales a la Dirección Técnica

Fundación Tierra de Esperanza incorporó a nuevos profesionales a su Dirección Técnica, fortaleciendo así la línea institucional. Esta acción busca la mejora continua para seguir avanzando el los objetivos de brindar una atención de calidad a la población infantojuvenil.

Gustavo Mellado, sociólogo y profesional con experiencia en el ámbito de la justicia penal adolescente,  se sumó al equipo  con el objetivo de apoyar los procesos de licitación y facilitar la instalación y transferencia técnica de los programas de justicia juvenil. “La creación del nuevo Servicio de Reinserción Social Juvenil nos lleva a incorporar en nuestra gestión la noción de cumplimiento de estándares. En lo técnico, en particular, esto es algo que Tierra de Esperanza ha trabajado durante muchos años, implementando una intervención basada en la evidencia. Nos hemos preparado para este momento durante mucho tiempo y, con la implementación del Servicio en el norte, sur y próximamente en el centro, es fundamental fortalecernos para responder a esas expectativas.”

Paulina Chancerel, Psicóloga y profesional con más de 10 años en la institución, asumió la supervisión de la línea de Protección de Derechos, lo que incluye el acompañamiento a equipos de la zona centro y Biobío, además de acciones de incidencia técnica con la zonal centro y servicios con los que se colabora. Señaló que este desarrollo de carrera en Tierra de Esperanza la tiene motivada: “estoy contenta con este desafío de seguir en el área técnica ,pero desde otra área, desde la línea de protección de derechos. Es una responsabilidad de seguir llevando los lineamientos y objetivos que queremos como Fundación, y velar por los derechos de los niños. Feliz con la posibilidad de haber quedado y seguir siendo un aporte a la Dirección Técnica”

 Desde inicio de año, Martín Burón, sociólogo, se integró como sistematizador y analista de información, aportando una mirada reflexiva sobre los datos y su importancia en la mejora constante de los procesos institucionales. “Ha sido una experiencia muy enriquecedora y con un ambiente muy rico. Desde mi rol que es de sistematizador y analista de información, uno puede sacar muchas ideas, más que el dato o la simple información, uno extrae conclusiones y aprendizajes que le sirven a la institución. El dato es el registro y la historia de lo que se hace, y uno aprende de la historia, lo que ha hecho y de lo que está haciendo, podría ver lo que podría pasar  en el futuro, y tiene el gran potencial de llevarnos a un aprendizaje constante dentro de la institución”. Indicó.

Con estas nuevas incorporaciones y los desafíos planteados, la Dirección Técnica impulsa acciones para mejorar continuamente su labor en beneficio de los usuarios, para garantizar un trabajo de calidad.