En una ceremonia protocolar, Tierra de Esperanza, en colaboración con el Servicio de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia y el Gobierno Regional de Los Ríos, firmaron un convenio que marca un hito en la atención de niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad en la región. El acuerdo contempla la asignación de recursos para la implementación de tres nuevos programas ambulatorios, destinados a reducir la lista de espera existente y asegurar una atención a 231 víctimas de maltrato y abuso sexual.

Rafael Mella Gallegos, director ejecutivo de Tierra de Esperanza, destacó la importancia del compromiso conjunto para abordar una problemática nacional como es la lista de espera en atención infantojuvenil. Subrayó la pertinencia territorial de los nuevos programas, señalando que “generalmente, los grandes centros urbanos concentran los servicios, lo que dificulta el acceso para quienes viven en áreas más remotas. En este caso, buscamos acercar los programas a los niños y niñas vulnerados en sus derechos.”

El Gobernador de la región de Los Ríos, Luis Cuvertino Gómez, enfatizó que esta iniciativa permitirá atender con la urgencia requerida a aquellos niños y adolescentes que el Estado, hasta ahora, no había podido alcanzar. “En colaboración con el Consejo Regional, hemos aprobado recursos para asegurar su atención, indicó la autoridad regional.

Por su parte, Rodrigo Quezada Sanhueza, el director regional (s) del Servicio de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia expresó su satisfacción por el aporte del Gobierno Regional, destacando su carácter inédito en el país: “este apoyo para la prevención social es fundamental para abordar los problemas desde su origen“, afirmó Quezada.

Los programas, con una duración de 18 meses, estarán focalizados en los sectores de Río Bueno, Ríos Cruces y Los Lagos, y comenzarán a operar a partir de junio. Su objetivo es brindar atención ambulatoria especializada que contribuya a la protección y a los procesos reparatorios de niños y adolescentes que han sufrido maltrato físico o psicológico grave, así como abuso sexual infantil. Se espera que estas intervenciones contribuyan a mitigar los síntomas a nivel físico y emocional , y que promuevan su pleno desarrollo integral y el ejercicio efectivo de sus derechos.